miércoles

La atención temprana: estimulación y prevención.

      RESPECTO A LA PREVENCIÓN:   
 
     Todo el mundo sabe que cuanto antes se trate un problema, mejor, y, más allá de tratar problemas...y si evitamos que aparezcan?
 
     Para ello, debemos ser capaces de detectar ciertos comportamientos o actitudes que, más adelante, pueden acarrear determinados problemas de aprendizaje, como pueden ser la desatención, retrasos en el lenguaje, dificultad para relacionarse con compañeros, conductas restrictivas o desafiantes...
 
     El primer paso deben darlo los padres, avisando al pediatra de este tipo de comportamientos que pueden llamar su atención, pero, muchas veces, los padres no nos damos cuenta de ello, o no le damos la importancia que debería tener. Por eso, en la mayoría de los casos, estas detecciones se hacen en las escuelas por parte de los maestros, que, como profesionales, conocen perfectamente lo que se puede catalogar como una conducta anormal.
 
     En primera instancia, los maestros se ponen en contacto con los padres para comentar dichas observaciones, ya que familia y escuela siempre debe trabajar unidas, y, a partir de ahí, desarrollar un plan de trabajo para evitar estas conductas o desarrollarlas en caso de retraso (como en el caso del lenguaje o de habilidades sociales).
 
     Cuanto antes detectemos la posible problemática, antes la trataremos, y cuanto antes la tratemos, menos evolucionará y antes se resolverá.
 
     En estos planes de trabajo, además de los padres y la maestra, en muchas ocasiones también intervienen maestras de apoyo, psicopedagogos y psicólogos que forman parte del departamento de orientación de la escuela, cuya función es, precisamente, llevar estos casos.
 
     Hay muchos tipos de intervención, dependiendo del tipo de problema y lo avanzado que esté. Esta intervención puede ser inclusiva (que se hace dentro del aula), o exclusiva (en la que se saca el niño de la clase para llevarlo a otra aula o espacio).
 
     Además, puede ser una intervención individual, en la que se trabaja únicamente con el alumno que presenta la dificultad, en pequeño grupo, (con 3 o 4 alumnos), o en gran grupo.
 
    Hoy en día siempre apostamos por una intervención inclusiva en la que el alumno siga rodeado de sus compañeros y en su espacio de trabajo, para no alterar la rutina del niño o alterarla lo menos posible. Además, para que estos planes de trabajo den su fruto, deben ser constantes en el tiempo, y darles mucha importancia para que los alumnos también se la den. Se trabajan en la escuela, y se complementan en casa, habiendo una comunicación también constante y fluida entre ambos, por medio de una libreta, una tarjeta, una agenda...que se pueda comprobar y rellenar con el mismo alumno, para que sea consciente de esa comunicación y de sus avances y logros, que siempre deben ser tenidos en cuenta y recompensados.
 
 
RESPECTO A LA ESTIMULACIÓN:
 
     De los 0 a los 6 años, es la máxima etapa de aprendizaje y desarrollo de las personas, donde absorbemos todo lo que se nos presenta y enseña.
 
     Por ello, hay muchos psicólogos y pedagogos que defienden una estimulación a todos los niveles para conseguir el máximo desarrollo de nuestros hijos (ya que se puede empezar desde los 0 años y en casa), o nuestros alumnos, (ya que también se trabaja en las escuelas).
 
     El "padre" de la estimulación temprana es Glenn Doman, que formuló un programa de estimulación que se basaba en varios apartados:
 
     - Programa de excelencia física: motriz.
     - Programa de inteligencia (enciclopédico).
     - Programa de matemáticas.
     - Programa de lectura.
     - Programa de escritura.
     - Programa musical.
     - Programa de segundo idioma (lengua extranjera).
 
     Os dejo el link del blog de estimulación temprana donde hablo de los diferentes programas de este método:
 
 
 
 

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