miércoles

La vuelta al cole!

     Siempre es complicado volver a retomar todas esas rutinas que vamos dejando paulatinamente durante las vacaciones; nos proponemos no dejarlas y las empezamos llenos de motivación y ganas, pero al final...por una cosa o por otra, acabamos acostándonos más tarde, levantándonos más tarde, no haciendo los deberes todos los días (el día anterior nos damos la paliza)...y claro, la vuelta se nos hace cuesta arriba.
 
     Por eso, desde los colegios, siempre recomendamos seguir conservándolas, ya que, además de no cambiar los ritmos biológicos del niño, es más positivo para él (y para los padres) y la vuelta se hace mucho más relajada...
 
     Cuando el niño ha cambiado sus hábitos, luego le cuesta mucho recuperarse, complicándose así no solo el primer día de vuelta al cole, sino, prácticamente, toda la semana, hasta que llegan al fin de semana y se "recuperan" del esfuerzo con una posible cura de sueño. Durante esta semana el niño se encuentra cansado, irritable, con menos apetito, desconcentrado, despistado, e incluso torpe! Es algo traumático!
 
     Esta es la principal razón que nos podemos encontrar ante la negativa de algunos niños de no querer volver al colegio (y digo algunos porque no son todos. Afortunadamente, y gracias a que se lo pasan fenomenal en el cole con sus compañeros, hay algunos niños que están deseando volver!!).
 
     Pero, sea como sea, hay que volver. Volver y retomar los hábitos y rutinas que tanto nos ha costado introducir durante el primer trimestre, que va dedicado casi exclusivamente a eso: a establecer las normas de convivencia, las reglas de la clase, los hábitos y ritmos de trabajo...Y aquí tenemos la parte positiva: que volvemos al segundo trimestre!
 
     La adaptación en el segundo trimestre es mucho más llevadera, los niños se adaptan rápidamente al cambio, en seguida retoman su ritmo y, además, es ahora cuando más se "aprietan las tuercas". En el segundo trimestre es donde se concentra prácticamente la mayoría de los contenidos del curso. Los alumnos suelen estar más centrados y trabajadores, conocen el funcionamiento de la clase, han establecido una cohesión entre grupo y maestro, y todo va rodado...es el eje principal!
 
     Es la mejor etapa para concentrar fuerzas, y absorber aprendizajes...y los padres serán conscientes de este gran cambio que hace que parezca que sus hijos hayan crecido de golpe y se hayan hecho más maduros.
 
     Es el momento de apoyar a los hijos y disfrutarlo!
 
 

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