Cuando un niño empieza el segundo ciclo de Educación Infantil; la Escuela, nos llenamos de expectativas y ganas de saber todas las cosas que va a aprender. Aunque hay muchos niños que ya van a guarderías desde bien pequeñitos (incluso desde los 4 meses), el comenzar "el cole" es una nueva etapa, el niño se hace mayor y empieza a hacer cosas solito...No sólo es una etapa en la que empieza a socializar y a ponerse enfermo cada dos por tres (la preocupación de todos los padres), sino que, además de desarrollar ciertas habilidades sociales, el niño también va a empezar a desarrollarse de forma personal.
Es desde aquí desde donde debemos empezar a trabajar unas habilidades y competencias que van a desarrollar durante toda su escolaridad. Debemos asentar las bases de ciertas capacidades y trabajarlas de forma exhaustiva y permanente.
Esto lo hacemos a través de los hábitos, que son fundamentales para favorecer el aprendizaje. Estos hábitos introducen al niño en una rutina que le da seguridad y confianza. También es momento de marcar límites, imprescindible para favorecer su felicidad. Aunque a muchos padres les cueste verlo, los límites hacen más felices a nuestros hijos, pues, como he comentado antes, favorecen la autoestima, la confianza y la seguridad, lo que acaba desarrollando actitudes positivas.
Estos hábitos también tienen que reforzarse desde casa, ya que familia y escuela deben ir siempre unidas para afianzar al máximo todo el aprendizaje.
- Saludar y despedirnos.
- Orden. (abrigos, mochilas, cuadernos, material...). Aprender a recoger después de utilizar las cosas para que la clase quede siempre bien ordenada.
- Limpieza. (tanto higiene personal y uso del lavabo, como mantener limpio el
material). - Cuidado de las cosas; respetar el material, nuestras cosas y las de los demás.
- Turno de espera. No somos siempre los primeros, hay mas niños en la clase y debemos esperar nuestro turno.
- Escuchar antes de hablar. Saber cuando tengo que atender y cuando puedo participar.
- Seguir un orden para hablar. Respetar el turno de palabra y escuchar a los compañeros igual que luego ellos me escucharán a mi.
- Trabajo bien hecho: el valor del esfuerzo. Más vale hacer poco y bien hecho, que mucho y de cualquier manera.
- Crear un buen clima de trabajo; silencio, hablar bajito, levantar la mano para preguntar...
- Constancia: trabajar todos los días, aunque sea un poquito, para conseguir algo. Con la práctica se consiguen buenos resultados. Esto se aplica a la lectura, a la escritura...que tenemos que trabajar de forma sistemática todos los días, aunque sea un par de palabras.
- Compartir.
- Etc.
Estos hábitos son los pilares de toda la escolarización, donde se van a asentar todos los aprendizajes, y, además, todo un estilo de vida, valores, y forma de ser.