viernes

El trabajo cooperativo

     Como ya he dicho en algún artículo anterior, el trabajo cooperativo no es lo mismo que el trabajo en equipo, aunque sí requiere de un equipo para llevarlo a cabo.
 
 
 
 
     Muchas veces el trabajo en equipo se ha quedado reducido a dividir el trabajo en tantas partes como miembros tenga el equipo, asignar a cada miembro una parte, hacerla cada uno a su manera y, finalmente, recopilar todo el trabajo. ¿Podemos hablar entonces de trabajo en equipo? Eso sin contar que siempre hay un miembro del grupo que no hace su parte...el que nunca queda para recopilar la información...el que no aparece por ningún sitio...en fin...No es trabajo en equipo!
 
     Por eso el trabajo cooperativo va más allá...No es simplemente un trabajo en equipo en el que cada uno hace su parte, sino que necesita de la interacción de todos sus miembros para poder conseguir el objetivo común, y eso es lo interesante.
 
     El trabajo cooperativo en el aula es una metodología que favorece, además del aprendizaje:
  • la asunción de responsabilidades.
  • el autoconocimiento de potencialidades y debilidades.
  • la participación.
  • las habilidades comunicativas y sociales.
  • la asertividad.
  • el pensamiento crítico.
  • la proactividad.
  • la resolución de problemas.
  • el respeto.
  • la cohesión y espíritu de equipo.
  • la interdependencia positiva.
  • la autonomía personal.
  • la escucha.
  • la empatía.
  • la ayuda...
  • y, por supuesto, la diversidad! es la mejor forma de conseguir una escuela realmente inclusiva, partiendo de que todos somos diferentes, pero todos tenemos algo que aportar.
     Cuando hablamos de trabajo cooperativo en el aula, hablamos de una metodología en la que el objetivo principal no es el trabajo en sí (que puede ser de ciencias, de arte, de lengua...), sino trabajar todas las habilidades y capacidades citadas anteriormente.
 
     Además, cobra también especial importancia el papel del docente como mediador, quien tiene que especificar los objetivos, explicar la tarea, supervisar y reforzar el aprendizaje, y evaluar dicho aprendizaje y el nivel de eficacia de cada grupo.
 
     Los grupos también analizan con qué eficacia han logrado los objetivos y en qué medida han trabajado juntos.
 
     Así pues podemos concluir que el trabajo cooperativo tiene 5 elementos de funcionamiento:
  1. Interdependencia positiva.
  2. Responsabilidad individual y de grupo: se evalúa el rendimiento de cada uno y los resultados de la evaluación son transmitidos al grupo y al individuo para determinar quién necesita más ayuda, apoyo y ánimos para hacer la tarea. El grupo tiene que reforzar a cada uno de sus miembros.
  3. Interacción estimuladora: los alumnos tienen que animarse, apoyarse y felicitarse entre sí, para favorecer la motivación individual y grupal.
  4. Prácticas personales y grupales: saber cómo ejercer la dirección, cómo tomar decisiones, cómo crear un clima de confianza, comunicarse y tratar conflictos. Se han de sentir motivados. El profesor/a les deberá de enseñar las prácticas del trabajo en equipo con la misma seriedad y precisión como les enseña los contenidos escolares.
  5. Evaluación grupal: como he dicho en párrafos anteriores, por un lado evalúa el docente, y por otro lado los alumnos.
 
     Os dejo el link de unas páginas interesantes con métodos y
propuestas de prácticas educativas de trabajo cooperativo en el aula:
 
  • Métodos de aprendizaje cooperativo:
 
  • Experiencias de trabajo cooperativo en el aula:

2 comentarios:

  1. Hola. Premio Best blog en http://www.entredatilesyalbaricoques.blogspot.com.es/2014/02/premio-best-blog.html. Un saludo

    ResponderEliminar